El primer embarque concretado desde el complejo portuario de Timbúes, en Santa Fe, representa mucho más que una operación comercial: es “un hito para el agro” y una señal clara de reposicionamiento del país en el tablero global de los granos
La salida del buque, confirmada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), simboliza la materialización de una apertura sanitaria y comercial trabajada durante años y que recién ahora comienza a traducirse en negocios concretos.
El mercado chino para el trigo argentino estaba formalmente habilitado desde enero de 2024, tras un proceso técnico que involucró a organismos nacionales y al sector privado.
Sin embargo, la distancia entre la apertura administrativa y el primer embarque efectivo evidenció la complejidad de acceder a uno de los destinos más exigentes del mundo en materia sanitaria, logística y comercial. Con este envío, esa brecha quedó atrás y se abre una nueva etapa para la cadena triguera.
China es un actor central en el mercado internacional del cereal. Si bien mantiene una producción elevada y relativamente estable —en torno a las 130 a 140 millones de toneladas anuales— su consumo interno es aún mayor.
Con redacción de TN